“Yo estoy segurísimo (que litio tuvo un gran importancia en golpe de Estado en Bolivia), porque un grupo de dirigentes cívicos del Potosí rechazaron nuestro plan del litio, que estaba previsto al 2025 (…) El próximo año estaba previsto terminar la gran industria del carbonato de litio; en planta piloto este año estaba previsto 400 toneladas. Una tonelada de carbonato de litio cuesta más de 10 000 dólares”, dijo Morales al expresidente de Ecuador Rafael Correa en una entrevista concedida el jueves a la cadena rusa RT.
En Bolivia se encuentra una de las mayores reservas de litio del mundo, más de 16 mil kilómetros de este recurso, que se utiliza en la fabricación de autos eléctricos y baterías de larga duración. Al respecto, Morales aseguró que su país incide muchísimo en el precio mundial del litio. “En Bolivia podríamos definir el precio del litio en el mundo”, subrayó.
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El presidente dimisionario de Bolivia denunció que algunos países industrializados no aceptan otro modelo económico basado en el socialismo, que se dé otro mensaje que también otros puedan seguir, poniendo énfasis en que, también, no quieren “competencia” en la liberación de tecnología.
En Bolivia podríamos definir el precio del litio en el mundo”, dijo el presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales.
Asimismo, Morales lamentó el hecho de que su plan se haya truncado por está “arremetida” debido a que se opuso al plan de privatización de la oposición y llevaba adelante la nacionalización de los recursos naturales, además de poner énfasis en temas de alimentos y de medicamentos.
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En otra parte de sus declaraciones, el expresidente boliviano indicó que entre las causas que han llevado al golpe de Estado en su país también está “la lucha de clases”. “No les molesta que sea indio, les molesta no tener el poder por primera vez en mucho tiempo”, agregó.
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Además, el exmandatario boliviano señaló también otro tipo de artilugio utilizado por las élites y grupos de presión afines a la oposición: el discurso religioso. “Usaron la oración para hacer odiar, la Biblia contra la familia”, indicó Morales, que se muestra, como católico, “un poco decepcionado” al ver como sus detractores “usan a Jesucristo para hacer discriminar después”.
Morales, el primer presidente indio de Bolivia desde 2006, tras un golpe de Estado realizado por la oposición y una ola de protestas contra su reelección en los comicios del 20 de octubre, renunció a su cargo el pasado 10 de noviembre para “preservar la paz”.
Los comités cívicos, principalmente los de Potosí (sur) y Santa Cruz (este), fueron entre los impulsores de la resistencia contra el triunfo del exmandatario en las elecciones presidenciales.
Después de la retirada de Morales, en seguida, la exsenadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta interina de Bolivia. Desde entonces, el país ha sido escenario de movilizaciones exigiendo, al principio, la renuncia del ejecutivo golpista y el regreso de Evo al Poder, y luego unas elecciones generales y también el restablecimiento del hilo constitucional.
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