El régimen de los Al Jalifa “no puede engañar a nadie en el mundo” celebrando “falsas” elecciones “inaceptables”, mientras que la familia reinante ha despojado a la mayoría de la población de sus derechos básicos, denuncian los clérigos en un comunicado emitido este miércoles.
La nota critica la “opresión” que ejercen las autoridades bareiníes contra su pueblo, e insta a este mismo pueblo, tanto chiíes como suníes, a boicotear las elecciones previstas para el 24 de noviembre.
El sistema gobernante en Baréin está basado, asevera el comunicado, en la denegación de los derechos de los habitantes del país, la obstaculización de la labor de sus legisladores y la supresión de la mayoría política del reino.
Emitir un voto en las elecciones del mes que viene equivaldrá a “oprimir a la nación musulmana”, se lee en el texto, que llama a los bareiníes a seguir resistiendo a la campaña de represión de las voces críticas del régimen de Manama.
El principal partido opositor de Baréin, Al-Wefaq —disuelto en julio de 2016 por un tribunal— , ya ha anunciado que boicoteará los comicios. Los partidos de oposición chiíes ya boicotearon las elecciones de 2014, que consideraron igualmente una farsa.
En 2011, los bareiníes dieron inicio a masivas protestas pacíficas a favor de reformas políticas, pero el régimen de los Al Jalifa acabó sofocando violentamente el levantamiento popular con el apoyo de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
El régimen de Manama responde con medidas represivas a las denuncias de los activistas y somete a juicios sumarios a los políticos y civiles opositores, denuncian diversos grupos pro derechos humanos, como la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
En el marco de esa política represiva, el rey de Baréin, Hamad bin Isa Al Jalifa, ha ratificado una legislación que impide a los líderes de la oposición presentarse a las elecciones parlamentarias.
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