“Los supuestos indignados estaban pagados por empresarios identificados con el gobierno que endeudó a Argentina”, ha enfatizado este viernes Fernádez de Kirchner durante un acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en la ciudad bonaerense de Pilar.
En este sentido, ha explicado que, durante el atentado, ella estuvo consciente de que el agresor pretendía volarle la cabeza con el arma que asía. “Dicen los psiquiatras que es mucho mejor, porque el trauma es algo que no puede olvidarse”, ha comentado.
En el evento en Pilar, el primero después del ataque, la gente gritaba “Cristina presidenta”, haciendo alusión a las elecciones de octubre de 2023.
La vicepresidenta argentina salió ilesa de un conato de atentado el 1 septiembre, cuando un hombre de 35 años, de origen brasileño, identificado como Andrés Sabag Montiel, apuntó con un arma a la cabeza de Fernández de Kichner, mientras que ella saludaba a militantes en la puerta de su domicilio en Buenos Aires (la capital).
Tras el ataque, la Justicia argentina investigó a cuatro miembros del grupo ultraderecha de Revolución Federal, que habría recibido financiamiento de la empresa Caputo Hermanos, perteneciente Luis Caputo, exministro de Finanzas del Gobierno de expresidente Mauricio Macri (2015-2019). Sin embargo, los cuatro detenidos fueron liberados esta semana, aunque siguen las causas.
En otra parte de sus declaraciones, la alta funcionaria ha mencionado que hará lo necesario para lograr que el pueblo “pueda organizarse en un proyecto de país que permita recuperar la ilusión”. “Éramos un pueblo alegre en 2015. [...] Alegría de que el sueldo alcanzaba, que había trabajo y que había futuro. Esa alegría nos la merecemos todos los argentinos”, ha dicho.
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