El Talibán asegura controlar el 85% del territorio afgano y que ha logrado formar un arco desde la frontera de Irán hasta China, hecho que ha generado la ira de Pekín diciendo que EE.UU. no debería retirar sus tropas tan rápidamente.
Por su parte, los milicianos antitalibán del grupo Ismail Jan también han desplegado sus fuerzas en la ciudad occidental de Herat después de que los talibanes cesaran varios de sus distritos.
Esto ocurre mientras las negociaciones de paz entre Kabul y los talibanes han sido estancadas, y el grupo armado asegura que quiere una solución pacífica.
Sin embargo, ambas partes se acusan mutuamente de falta de voluntad política para una solución. Se espera que la mediación de otros países como Catar, Rusia e Irán entre las dos partes pueda dar una solución antes de la fecha límite del 11 de septiembre cuando está previsto que las tropas foráneas estén fuera de Afganistán y se teme que el vacío consecuente generara caos no solo por parte de Talibán, sino, de otros grupos insurgentes y terroristas como Daesh y Al-Qaeda, grupos que Talibán ha prometido a Washington en su pacto a frenarlos, tras su salida.
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