El incidente ocurrió el domingo cuando varios cazas rusos se aproximaron supuestamente a un avión no tripulado estadounidense, un MQ-9 Reaper, en el espacio aéreo sirio, según informó el martes la televisión CNN, citando a las autoridades estadounidenses.
Según el reporte, uno de los aviones de combate rusos se acercó “peligrosamente” al dron, y comenzó a lanzarle bengalas, dañando gravemente su hélice. Sin embargo, las autoridades estadounidenses afirmaron que los operadores del dron lograron conducirlo de nuevo a su base de operaciones.
Las fuentes alegaron que el dron cazador participaba en una misión antiterrorista en Siria. El comandante del Comando Central de la Fuerza Aérea, el teniente general Alex Grynkewich, criticó a Rusia por “despreciar” la seguridad de los vuelos estadounidenses.
Rusia y Estados Unidos han protagonizado incidentes similares en los últimos meses en Siria. Mientras que Washington acusa a los cazas rusos de “hostigar” drones estadounidenses, Rusia promete mantenerse firme en su compromiso de salvaguardar el espacio aéreo sirio ante intentos de Estados Unidos de surcar áreas fuera de su radio de acción.
El incidente más notorio ocurrió en marzo, cuando un dron MQ-9 Reaper estadounidense cayó al mar Negro después de que un caza ruso se acercara a la aeronave. Rusia rechazó que sus fuerzas hubieran hecho algún esfuerzo por derribar el dron y denunció que el aparato volaba “sobre las aguas del mar Negro en el área de la península de Crimea [...] hacia la frontera estatal rusa”.
Rusia, que tiene una presencia militar a petición del Gobierno sirio para luchar contra el terrorismo, acusa a EE.UU. de robar el petróleo sirio y revivir al grupo terrorista Daesh bajo la cobertura de misiones como el “combate al terrorismo”.
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