• Combatientes del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Publicada: domingo, 29 de enero de 2017 18:59

Las recientes victorias del Ejército sirio y el cambio del balance del poder a favor del Gobierno de Damasco y sus aliados, Irán y Hezbolá, preocupan a Israel.

El equilibrio del poder ha cambiado en el campo de batalla en Siria, sobre todo, desde la irrupción en septiembre de 2015 de las fuerzas aeroespaciales rusas en el conflicto armado sirio. A partir de entonces, Damasco no ha cesado de recuperar territorio y de doblegar a los grupos armados, informó el pasado jueves el Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos del régimen de Israel.

El centro israelí pone como ejemplo de ese poder la recuperación de la ciudad noroccidental de Alepo por las fuerzas del Gobierno sirio. La toma de esta ciudad ha consolidado la posición de Irán y el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en Siria, que pueden amenazar la seguridad de Israel, señaló.

A continuación, explicó que el Ejército sirio y los combatientes de Hezbolá han expulsado a los grupos terroristas de las afueras de Damasco (capital siria), y tienen una fuerte presencia en los altos de Golán, fronterizos con los territorios ocupados por el régimen de Tel Aviv, hechos más que suficientes para cuestionar seriamente la postura pasiva israelí respecto a la crisis siria.

 

Siria, respaldada por Irán y Hezbolá, está creando un imperio –desde Teherán hasta Beirut, y al sur de Siria– que perjudica los intereses estratégicos a largo plazo de Israel, así como los intereses de Jordania, sostuvo el centro israelí.

El Centro Begin-Sadat propuso, para frenar a Irán y Hezbolá, tomar en consideración las relaciones con Rusia, especialmente después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmara que formará una alianza con su par ruso, Vladimir Putin, para combatir el terrorismo.

Concluyó que el régimen de Tel Aviv debe declarar públicamente que cooperará con la ‘oposición siria’ y los Estados árabes para derrocar el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.

mkh/ktg/snr/rba