En dos cartas enviadas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), la Cancillería siria, además de condenar los ataques terroristas de Qamishli, afirma que los llamados “grupos opositores moderados” atacaron el 24 y el 25 de julio los barrios de la capital siria, Damasco, de forma arbitraria con misiles y morteros, además de detonar un coche bomba en el barrio de Kafarsuseh, atentados que se saldaron con nueve muertos, entre ellos, una mujer y su hijo.
La Cartera siria afirma que estos actos terroristas constituyen un nuevo intento por parte de los patrocinadores del terrorismo para socavar la tregua y los esfuerzos destinados a poner fin al derramamiento de sangre en Siria, así como para obstaculizar la nueva ronda de conversaciones intersirias en Ginebra (Suiza).
También indica que la actitud constante de algunos miembros del CSNU de impedir adoptar medidas punitivas contra los patrocinadores del terrorismo, es decir, Arabia Saudí, Turquía, Catar, Francia y el Reino Unido, da luz verde a los grupos extremistas para que continúen con sus atrocidades contra el pueblo sirio.
Asimismo advierte de los intentos de estos países, que buscan cambiar el nombre del grupo terrorista Frente Al-Nusra, por esquivar las resoluciones de la ONU respecto a la lucha contra el terrorismo o para anunciar una supuesta separación de Al-Qaeda con el fin de proteger a este grupo.
“Estas pretensiones no lograrán engañar al Gobierno de Siria ni a cualquier país que desempeñe esfuerzos honestos en materia de erradicar el terrorismo”, recalca la Cancillería.
Finalmente, insta a los miembros del CSNU a incluir a los grupos extremistas Nuredin al-Zinki y Yeish al-Fath en la lista de organizaciones terroristas.
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