“Nosotros queremos relaciones sensatas (con todos los países). No podemos aceptar el hecho de que los derechos de la nación bareiní sean transgredidos por cierto grupo, ni que se les prive de sus derechos, si bien el principio de buena vecindad es un principio inquebrantable de la política de Irán”, ha subrayado Mohamad Yavad Zarif.
En su intervención este miércoles en una reunión en París, capital francesa, con miembros de los comités de Exteriores, Defensa y Fuerzas Armadas del Parlamento galo, Zarif ha criticado a Baréin por retirar la ciudadanía al destacado sheij chií Isa Ahmad Qasem.
Nosotros queremos relaciones sensatas (con todos los países). No podemos aceptar el hecho de que los derechos de la nación bareiní sean transgredidos por cierto grupo, ni que se les prive de sus derechos, si bien el principio de buena vecindad es un principio inquebrantable de la política de Irán”, ha subrayado el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
“El mundo árabe tiene problemas de gobernabilidad y eso significa ser incapaz de cumplir con las demandas políticas y sociales de la nación”, ha precisado el ministro persa, quien ha lamentado por otra parte que haya ciertos países que buscan desviar la atención de los verdaderos problemas de la región generando tensión en otros Estados.
Lo esencial, ha valorado Zarif, es respetar de manera efectiva la soberanía nacional y no interferir en los asuntos internos de otros países. La República Islámica, ha recordado, busca tener relaciones amistosas con sus vecinos.
Los comentarios del jefe de la Diplomacia iraní se realizan dos días después de que el Ministerio del Interior de Baréin anunciara la anulación de la ciudadanía del sheij Isa Qasem tras acusarlo de “dañar” los intereses del reino. El anuncio ha levantado airadas protestas en Baréin y fuertes condenas a nivel internacional.
Irán, que considera la “inhumana” medida de la dinastío de los Al Jalifa un “complot urdido por Arabia Saudí”, ha advertido de que “tales decisiones matan la esperanza de reformas a través del diálogo y vías pacíficas”.
Los Al Jalifa, que afrontan masivas protestas y manifestaciones populares desde marzo de 2011, han suspendido recientemente todas las actividades del principal partido opositor, Al-Wefaq, además de intensificar las detenciones extrajudiciales y represiones.
ftm/mla/nal
