“Tales decisiones matan la esperanza de las reformas a través del diálogo y las vías pacíficas”, manifestó el lunes en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán.
Dicha Cartera reprobó la intensificación de las medidas de seguridad de Manama hacia los líderes religiosos y nacionales, y su oposición a las creencias y principios religiosos.
Tales decisiones matan la esperanza de las reformas a través del diálogo y las vías pacíficas”, declara la misiva de la Cancillería iraní.
El Ministerio del país persa lamentó asimismo la malversación de los activos y fondos religiosos de la población bareiní a manos de las autoridades de este país árabe.
Además, exigió a Al Jalifa que acabe con la actual crisis en el país al poner fin sus comportamientos extrajudiciales, evitar la destrucción de todos los puentes de comunicación entre el pueblo y los líderes moderados con el Gobierno.
En este contexto, exhortó a las autoridades de Baréin que acepten las realidades en este país del Golfo Pérsico y haga todo lo posible para realizar el diálogo nacional de manera seria.
El Ministerio del Interior de Baréin anunció la jornada del lunes la anulación de la ciudadanía del clérigo bajo la acusación de que él ha “dañado” los intereses de la monarquía, pues le pidió abandonar el país junto con su familia.
Las reacciones vinieron inmediatamente; desde la propia nación bareiní que salió a las calles para mostrar su rechazo a esta medida, hasta el aliado de Al Jalifa de la otra parte del mundo, es decir Estados Unidos, que expresó su profunda preocupación al respecto.
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