“Una vez más, Estados Unidos y el régimen de Israel están tratando de dañar la cooperación y las relaciones activas y constructivas entre la AIEA e Irán presionando a la agencia para que se aparte de sus deberes constitucionales”, denunció Kazem Qaribabadi, el embajador iraní ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena, capital austriaca.
En un comunicado publicado el miércoles, el representante persa rechazó un reciente informe de la AIEA, que acusa a Irán de sobrepasar el límite de producción de uranio enriquecido estipulado en el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 (entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) y de no otorgar acceso a los inspectores internacionales a ciertas instalaciones.
Qaribabadi, no obstante, resaltó que el citado informe no supone ninguna obligación para el país persa, ya que está basada en informaciones fabricadas por ciertos servicios de inteligencia, como del régimen de Israel.
El diplomático persa subrayó que la solicitud de la AIEA a Irán que aclare las acusaciones contra Irán, en base a la información fabricada y proporcionada por servicios de espionaje, incluido Israel, no solo es incompatible con los documentos fundacionales del organismo y el régimen de verificación, sino que tampoco obliga a Irán a cumplir con esa demanda.
En otra parte de su nota, el funcionario iraní instó a la comunidad internacional a tomar medidas fundamentales contra tales conspiraciones que podrían socavar la soberanía nacional del país persa.
El pacto nuclear Irán-Sexteto —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—, corre peligro de desaparecer desde que la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, lo abandonó en mayo de 2018 y reimpuso las sanciones al país persa.
La República Islámica esperó un año, pero, al ver que el resto de firmantes no conseguía contrarrestar las medidas coercitivas de EE.UU., desde el mayo de 2019 comenzó a recortar gradualmente sus compromisos. Acusa a las potencias europeas de pasividad y de seguir los dictados de la Casa Blanca.
Sin embargo, Irán ha asegurado una y otra vez que todos sus pasos para reducir sus compromisos en este convenio son reversibles, siempre y cuando las partes europeas le garanticen los beneficios económicos que le prometieron al firmar el acuerdo en 2015.
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