“Los responsables norcoreanos no han mostrado ningún indicio de que estén interesados o dispuestos a dialogar sobre la desnuclearización”, declaró el sábado la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert.
Con estas afirmaciones coincidió Seúl, en concreto, el portavoz de la Presidencia de Corea del Sur, Park Soo-hyun, reconoció que ahora mismo Pyongyang no ha echado mano de ninguna de estas oportunidades para dialogar.
Aun cuando el vocero presidencial confirmó que todavía existen canales de diálogo mediante los que sería posible comunicarse con Pyongyang llegado el caso, recordó que Seúl está abierto a todo tipo de negociaciones que desea su vecino norteño, “sea un modelo bilateral o multilateral”.
Según medios de comunicación surcoreanos, las autoridades de este país están preocupadas por el papel que desempeñaría Seúl en unas hipotéticas conversaciones que involucrasen también a Washington.
Los responsables norcoreanos no han mostrado ningún indicio de que estén interesados o dispuestos a dialogar sobre la desnuclearización”, declara la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert.
En este contexto, los surcoreanos temen que la Administración de EE.UU., presidida por Donald Trump, acabe asumiendo el control completo de las negociaciones frente al deseo del presidente surcoreano, Moon Jae-in, de ponerse textualmente “al volante” de las conversaciones.
En la misma jornada del sábado, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, recalcó durante su visita a China que la Casa Blanca tiene múltiples canales directos de contacto con Pyongyang con el fin de reducir la creciente tensión en la península coreana.
Esta escalada de tensiones ha alcanzado su pico últimamente después de que Trump amenazó con “destruir totalmente” Corea del Norte, si fracasan todas otras maneras de la “desnuclearización” de Pyongyang y se burló del líder norcoreano, Kim Jong-un al describirlo como “un hombre cohete en una misión suicida para sí mismo y su país”.
En respuesta, Kim dijo que haría pagar caro al “trastornado mental” (Trump) por su discurso antinorcoreano en plena sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
En el último cruce de palabras entre Washington y Pyongyang, un oficial norcoreano advirtió al “viejo psicópata” Trump que, si no cesa sus políticas hostiles contra Pyongyang, convertirá a EE.UU. en un “mar de fuego”.
Cabe mencionar que Corea del Norte promete continuar con sus programas de misiles y nuclear mientras persiste la amenaza de EE.UU. y Corea del Sur contra su existencia, y en particular, se siente amenazado por los ejercicios militares que realizan regularmente estos últimos en la península coreana.
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