Desde Argentina, donde se encuentra en calidad de refugiado, el líder indígena ha asegurado que el gobierno impuesto en Bolivia, está “preparando el retorno del FMI (Fondo Monetario Internacional)”.
“El gobierno de facto de Añez, Camacho y Mesa pretende volver al pasado. Hablan de privatizar y entregar nuestras empresas estratégicas a las transnacionales. Están preparando el retorno del FMI”, ha escrito este viernes Morales en su cuenta de Twitter.
Los tres nombres mencionados en ese tuit corresponden a los protagonistas que forzaron la renuncia de Morales: La senadora Jeanine Áñez, que se autoproclamó presidenta de Bolivia y está al frente del gobierno de facto; el exmandatario Carlos Mesa, y el líder del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Camacho.
El primer presidente indígena de Bolivia también recuerda que “el pueblo boliviano, junto al proceso de cambio, luchó por recuperar” los recursos naturales de su país, rico en hidrocarburos y litio.
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Nada más llegar a Palacio Quemado, el líder antimperialista empezó a nacionalizar los recursos que estaban en manos de empresas transnacionales y se alejó del FMI y del Banco Mundial (BM).
Conforme a informes de organizaciones internacionales, en 2005, cuando asumió Morales el poder, Bolivia era el segundo país con mayor nivel de deuda externa con el 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y, en 2018, el Estado Plurinacional fue el séptimo país menos endeudado de Latinoamérica, con 24 por ciento de deuda y los datos provisorios son positivos.
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En los casi 14 años que estuvo al frente del Estado Plurinacional de Bolivia, Morales ha denunciado reiteradas veces que la derecha de su país pretendía aplicar políticas pasadas y fracasadas que solo beneficiaban a algunos pocos.
De hecho, en una entrevista con HispanTV, el 29 de noviembre, Morales afirmó que Áñez impondría políticas neoliberales y se sometería al FMI, tal y como se dicta desde la Casa Blanca; sin embargo, subrayó que los bolivianos están conscientes y no permitirán la puesta en marcha de tal plan.
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Morales renunció el 10 de noviembre a la Presidencia de Bolivia, aduciendo su voluntad de evitar que continuase la violencia en el país tras semanas de enfrentamientos y ataques a sus simpatizantes. Sin embargo, tendrá una participación activa en el futuro del país andino, ya que ha sido nombrado jefe de la campaña electoral del partido Movimiento Al Socialismo (MAS).
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