La organización de derechos humanos ha denunciado que el ataque aéreo de Estados Unidos del pasado 28 de abril contra Yemen supone “una posible violación del derecho internacional humanitario” y podría tratarse de un crimen de guerra.
Mediante un informe, la ONG AI ha señalado que el ataque aéreo estadounidense alcanzó el centro de detención “bien conocido” en la provincia yemení de Saada. El centro se encontraba en un complejo penitenciario y el ataque norteamericano alcanzó tanto el edificio donde estaban los migrantes como otro anexo.
Amnistía ha realizado su denuncia con la ayuda de fuentes próximas a la comunidad de migrantes de Yemen, dos de ellas testigos de un “elevado número de fallecidos” que pudieron constatar con sus visitas al Hospital Republicano y al Hospital General de Al Talh, en Saada, donde pudieron observar al menos “más de una veintena” de migrantes de origen etíope con “amputaciones y fracturas en sus cuerpos”.
Estas fuentes, junto con personal del Comité Internacional de la Cruz Roja, han confirmado que el ataque dejó tantos muertos que “las morgues de los hospitales se quedaron sin espacio”.
Los expertos en armas de Amnistía Internacional analizaron fotos de los restos de las armas utilizadas en el ataque e identificaron fragmentos de al menos dos bombas de pequeño diámetro GBU-39 de 113 kilos guiadas con precisión.
Por su parte, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, ha condenado sin paliativos este ataque estadounidense contra este centro, poblado por “cientos de migrantes” detenidos por los hutíes.
En otro comentario, Callamard ha denunciado que “la pérdida de vidas ha sido tan numerosa que lo ocurrido plantea serias preocupaciones sobre si Estados Unidos cumplió con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, incluidas las normas sobre distinción y precauciones”.
Amnistía también recuerda en su informe que, en virtud del derecho internacional humanitario, las fuerzas atacantes tienen la obligación de hacer todo lo posible para distinguir entre objetivos militares y civiles, verificar si su objetivo previsto es un objetivo militar y cancelar el ataque en caso de duda.
“Si se determina que se han producido daños a la población civil, las víctimas y sus familias deben recibir una reparación integral por las violaciones del Derecho Internacional Humanitario”, ha aseverado.
El 28 de abril, aviones de combate estadounidenses atacaron uno de los centros de detención designados para inmigrantes africanos en el centro de la ciudad de Saada, en el noroeste de Yemen.
ght/ncl