Transcurridos seis años desde el inicio de la guerra que impuso la llamada coalición liderada por Arabia Saudí a Yemen, los yemeníes están lidiando con una hambruna. Muchos no tienen nada para comer, tampoco tienen trabajo para ganarse la vida, y los que tienen, los altos precios no les permiten vivir con tranquilidad.
Además de lanzar una brutal campaña bélica contra Yemen, Arabia Saudí impuso un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo contra su vecino árabe, lo que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha generado la peor crisis humanitaria del mundo.
La ONU espera recaudar 3 mil 850 millones de dólares en una conferencia virtual de donantes para evitar una hambruna a gran escala en Yemen.
Yemen era un país pobre con un problema de desnutrición infantil incluso antes de que la guerra de seis años interrumpiera las importaciones, inflara la moneda, desplazara a las personas, colapsara los servicios gubernamentales y destruyera los ingresos, condiciones todas ellas que han sido empeorado con el surgimiento de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
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