• El presidente fugitivo de Yemen, Abdu Rabu Mansur Hadi
Publicada: lunes, 23 de marzo de 2015 0:25
Actualizada: lunes, 23 de marzo de 2015 1:17

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), ha expresado su apoyo al fugitivo presidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, tras mantener este domingo una reunión de carácter urgente en Nueva York para abordar la situación política de este país.

“El Consejo de Seguridad reafirma su fuerte compromiso con la unidad, soberanía, independencia e integridad territorial de Yemen y su compromiso para apoyar al pueblo de Yemen”, reza el comunicado publicado por los 15 miembros del CSNU.

El Consejo dejó claro que reconoce a Hadi como el presidente legitimo del país y llamó a todos los implicados en la crisis a abstenerse de toda acción que perjudique esta legitimidad y la unidad de Yemen.

También, alabó la mediación del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños del Golfo Pérsico), y su decisión de celebrar cuanto antes en Riad la cumbre propuesta por Hadi para intentar encontrar una solución a la crisis del país árabe.

Tras huir de la capitalina ciudad de Saná, Hadi envió una carta al rey saudí, pidiendo que las monarquías petroleras del CCG le ayudasen a hacer frente a la revolución popular yemení y al movimiento Ansarolá, cada vez más asentado en el liderazgo.

El comunicado del CSNU sigue la misma postura que tienen las monarquías del Golfo Pérsico con cuyos apoyos cuenta el fugitivo presidente de Yemen.  

Al respecto, el enviado especial de Naciones Unidas en Yemen, Yamal Benomar, dijo que el país va camino a una guerra civil y corre el riesgo de fracturarse y hundirse en más y más violencia si no se dan algunos pasos de inmediato para aliviar las tensiones mediante el diálogo pacífico entre las partes involucradas en el conflicto.

Últimamente, Yemen está testificando un gran cambio en su sistema político: la mayoría de las facciones políticas en Yemen, encabezada por Ansarolá, acordó el pasado día 6 la creación de un Consejo Presidencial para acabar con el vacío de poder en este país, y preparar, dentro de dos años, la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias.

En tanto, Ansarolá se ha mostrado dispuesto a compartir el futuro gobierno de transición con cualquier facción política de Yemen, incluido el partido salafista Al-Islah; a la hora que califica de perjudicial para los intereses de la nación yemení la dimisión en enero del presidente Mansur Hadi, que goza del apoyo de Estados Unidos y Arabia Saudí, y su gabinete en pleno.

Ansarolá, que es la única fuerza que se enfrenta a Al-Qaeda en Yemen, desempeñó un papel clave en el levantamiento popular en 2011 para derrocar al dictador Ali Abdolá Saleh después de 33 años en el poder.

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