El lunes, durante un discurso ante la Cámara de Representantes y el Senado de Paraguay, el canciller israelí Gideon Saar, acusó a Venezuela de desestabilizar Sudamérica con una crisis de refugiados y de ser un “nexo” en la región con el Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá), el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y el movimiento yemení Ansarolá.
En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Yván Gil, enfatizó que “un criminal de guerra y un genocida” como Saar no debería pronunciar el nombre de Venezuela, sino prepararse para ser juzgado por los crímenes que el régimen sionista comete contra el pueblo palestino.
El nombre de la República Bolivariana “le queda grande en su sucia boca y manos manchadas de sangre inocente”, fustigó Gil en un mensaje publicado en Telegram.
Nosotros, afirmó, somos un pueblo independiente, un pueblo que lucha por su soberanía, que libera, que defiende la igualdad, los derechos humanos y el derecho internacional. “Usted, en cambio, representa la barbarie y la violación sistemática de todas las normas que rigen a la humanidad civilizada”, expresó.
El canciller bolivariano, dirigiéndose a su par israelí, afirmó que “no nos interesa su opinión ni nos afecta su retórica desesperada” y remarcó que lo único que importa es que, más temprano que tarde, usted tendrá que rendir cuentas ante la justicia internacional.
Israel desató una brutal ofensiva en Gaza el 7 de octubre de 2023 y, desde entonces, ha asesinado a casi 70 000 personas, pues a pesar del alto el fuego pactado en octubre de este año, sigue bombardeando sistemáticamente el enclave.
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