La oenegé está en el ojo del huracán desde hace unos días por el escándalo sexual que rodea su misión en Haití. Ante esta situación, la ONG intenta mejorar su deteriorada imagen.
Una de las principales figuras en el epicentro de este escándalo es el antiguo directivo de Oxfam en Haití Roland Van Hauwermeiren, quien ha reconocido que cometió “errores” cuando trabajó en el país caribeño, pero niega haber pagado a prostitutas o abusado de menores.
La fuerte reacción de las autoridades de Haití no se hizo esperar. El presidente haitiano, Jovenel Moïse, ha considerado violación extremadamente grave de la dignidad humana los hechos cometidos por el personal de la ONG.
La tormenta se originó la semana pasada tras un informe de The Times que revelaba que siete trabajadores de la misión de Oxfam contrató con dinero de la organización servicios de prostitutas. Esto no fue todo. En los días siguientes, la polémica aumentó por nuevas informaciones que señalan también a los trabajadores de la ONG en Chad, incluido el mismo Van Hauwermeiren.
kmd/mla/alg
