Según una agencia de noticias estatal de China, Wang Fuman, caminó más de una hora para llegar a su escuela, a 4,5 kilómetros de distancia de su casa, en Zhaotong, una zona rural de la provincia de Yunnan. Las temperaturas bajaron esta semana hasta -9 grados Celsius en la región.
Una imagen que corre por las redes sociales muestra los compañeros de clase riéndose del menor, vestido con una chaqueta delgada y sin sombrero cuando llegó al salón de clases con escarcha en el pelo. Otra foto muestra las pequeñas manos de Wang, inflamadas y sucias, con su tarea escolar.
El maestro de Wang tomó las fotos el 8 de enero de 2017 para enviarlas al director de la escuela y a algunas otras personas. Las imágenes se compartieron hasta que llegaron a los medios locales que luego informaron sobre la historia.
The boy in the viral photo who was covered in ice and frost after his long walk to school has received many calls from people across #China offering aid. Local authorities responded by launching a program to provide warm winter clothes to the boy and other children in the area pic.twitter.com/My0nRy6XnV
— People's Daily,China (@PDChina) January 11, 2018
Según fuentes de noticias locales, Wang vive con sus abuelos en una casa hecha de barro y ladrillos y solo ve a su padre, un trabajador migratorio, cada cuatro o cinco meses. Su madre se fue cuando era muy pequeño.
La historia del ‘niño congelado’ ha generado una ola de críticas al Gobierno de China, con comentaristas diciendo que las autoridades no están haciendo lo suficiente para ayudar a las comunidades rurales pobres y, más específicamente, pidiendo a Pekín que brinde asistencia a los niños de las aldeas.
Sin embargo, tras difundirse estas fotos, algunas empresas locales han respondido a la historia sobre el pequeño Wang con donaciones de fondos para proporcionar ropa más adecuada a los niños de la provincia y mejorar el sistema de calefacción del colegio.
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