"Mi pensamiento se dirige en este momento a los numerosos migrantes cubanos en dificultad en América Central, muchos de los cuales son víctimas de tráfico de seres humanos", ha declarado este domingo el papa al finalizar la oración del Ángelus en el Vaticano.
Mi pensamiento se dirige en este momento a los numerosos migrantes cubanos en dificultad en América Central, muchos de los cuales son víctimas de tráfico de seres humanos", ha declarado el papa Francisco.
"Invito a los países de la región a redoblar con generosidad todos los esfuerzos necesarios para encontrar una solución rápida a este drama humanitario", ha agregado el pontífice argentino.
La crisis se inició a mediados de noviembre, cuando Nicaragua cerró las fronteras a los cubanos, lo que provocó que entre 5000 y 7000 migrantes quedaran atrapados en Costa Rica.
El Gobierno costarricense se vio forzado a su vez este mes a cerrar las fronteras al flujo de cubanos, ante las proporciones del problema y la negativa de otros países de la región a recibir a los migrantes.

La Cruz Roja de Panamá ha advertido esta semana que la permanencia de cientos de migrantes cubanos en la zona fronteriza con Costa Rica puede "salirse de control", si ese país mantiene la decisión de cerrarles el paso.
El 24 de noviembre se celebró en El Salvador una reunión de los cancilleres centroamericanos, junto a los de Colombia, Ecuador, México y Cuba para buscar una salida para los cubanos, pero el encuentro fracasó cuando Nicaragua insistió en cerrar su frontera.
Muchos ciudadanos centroamericanos inician una travesía con destino a Norteamérica en pos del sueño americano: familias enteras, a causa de la violencia en sus propios países, huyen a Estados Unidos, donde en muchos casos enfrentan problemas aun más graves, entre ellos: el racismo, la violencia, e incluso los abusos en los centros del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EE.UU.
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