Según informó el sábado la agencia iraní de noticias Tasnim, el ministro de Salud de Irán, Said Namaki, durante la ceremonia de presentación del uniforme oficial del personal sanitario encargado de la atención a los pacientes contagiados del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, declaró que desde el brote de la enfermedad infecciosa en China, la República Islámica ha implementado medidas efectivas para contener la propagación de la pandemia.
“Estábamos bajo las peores presiones y sanciones internacionales, mientras que los problemas económicos persistían, pero, ahora nos estamos adelantando a los países europeos y también a Estados Unidos, y no tuvimos médico o enfermero que nos diera la espalda ante la escasez de equipos de protección en los primeros días o protestase en las calles, en lugar de servir a la gente”, agregó.
De acuerdo con Namaki, los días cuando el personal del sector de salud enfrentaba la falta de suministros de protección, como mascarillas o batas protectoras, fueron los más amargos en la lucha contra la enfermedad y aquellos que se burlaban de la situación que atravesaba Irán se dieron cuenta de la resistencia de la nación persa cuando ellos se vieron afectados por el letal coronavirus.
El aludido titular aseveró que tales logros de Irán se consiguieron mientras que tenía mucho menos camas y personal sanitario en comparación con los países europeos y Estados Unidos, al tiempo que enfatizó que a diferencia a esos países, en Irán ningún paciente se vio desprovisto de atención médica por su estado económico o su edad.
Namaki relevó que, gracias a Dios, Irán se ha convertido en un poderoso exportador de equipos de protección en tan solo 50 días.
Irán es una de las naciones de Asia Occidental más afectada por el coronavirus y, además, las sanciones económicas de EE.UU., que son parte de su campaña de “máxima presión” contra los iraníes, han restringido el acceso de este país a los medicamentos y equipos sanitarios necesarios para contener la pandemia.
No obstante, los altos responsables de la Organización de la Salud Mundial (OMS) han elogiado los esfuerzos de Irán, afirmando que, pese a todas las dificultades, está haciendo “lo mejor” para controlar y hacer frente a la epidemia.
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