"La crisis en Siria no se resolverá a menos de que se encuentre un denominador común de intereses entre los actores regionales", opinó el martes el presidente del CE, Donald Tusk.
El círculo de partidarios de la idea de que Bashar al-Asad debe formar parte de la transición de Siria está creciendo", según el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
El político polaco reconoce que "el círculo de partidarios de la idea de que Bashar al-Asad debe formar parte de la transición política en Siria está creciendo".
Amén de reconocer que la lucha contra los grupos terroristas es vital, Tusk insistió en que cualquier iniciativa diplomática para Siria debe tener como objetivo principal reinstaurar la seguridad y permitir a los sirios que vuelvan a vivir en paz.
Estados Unidos admitió por primera vez a mediados de marzo que, para poner fin al conflicto sirio, hay que negociar con Al-Asad. Hasta entonces se había parapetado en su exigencia de la inmediata salida del poder del mandatario sirio.
La misma postura adoptó posteriormente la Unión Europea (UE). El bloque admitió que no hay que excluir a Al-Asad de las negociaciones para hallar una salida a la crisis de Siria.
Se cree que este giro político se debe a varios factores: la prolongación del conflicto sirio, la creciente oleada de refugiados que llegan a Europa; el aumento del apoyo militar ruso a su aliado en el Oriente Medio; y el consenso nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Tusk, en otra parte de sus declaraciones, defendió el desempeño de la UE al acoger a los refugiados, calificando de "mera hipocresía" las críticas de algunos países contra la respuesta del bloque de los 28 países a la crisis migratoria.
"La crisis de la que hablamos tiene dimensiones globales y exige una solución global. En primer lugar exige solidaridad global. Todo el mundo puede ofrecer ayuda a los refugiados", estima.
En los últimos meses, Europa ha afrontado una afluencia sin precedentes de refugiados, procedentes principalmente de países afectados por el terrorismo, como Siria, Irak y Afganistán.
El 18 de septiembre, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) anunció que el número de personas que ha cruzado este año el Mediterráneo para refugiarse en Europa supera las 473 887.
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