Según ha informado este sábado la agencia oficial siria de noticias SANA, el convoy estadounidense, compuesto por 58 camiones cisterna, ha ingresado a Irak a través del cruce fronterizo ilegal de Al-Walid, conocido en Siria como Al-Tanf.
El medio sirio, citando fuentes locales que desean permanecer en anonimato, precisa que el convoy estadounidense salió de la ciudad de Remelan, en la provincia Al-Hasaka, situada en el noreste de Siria, donde las tropas norteamericanas y sus aliados ocupan de forma ilegal la mayor parte de los pozos petrolíferos.
El convoy estadounidense fue escoltado por decenas de vehículos blindados y carros todoterreno de Estados Unidos y de sus aliados kurdos, agrega SANA.
Pese al rechazo del Gobierno y pueblo sirios, Washington ha intensificado el contrabando ilegal del crudo sirio después de firmar un contrato con las milicias kurdas para extraer el oro negro de las zonas orientales y nororientales de Siria, donde Washington ha establecido bases militares aun cuando carece de permiso.
El Gobierno sirio del presidente Bashar al-Asad considera que dicho pacto es “nulo”, un “acuerdo entre ladrones”, y asegura que las fuerzas invasoras de Estados Unidos y las milicias kurdas serán derrotadas al igual que los grupos terroristas.
Ante el aumento de actividades ilegales de EE.UU. en las zonas petrolíferas de Siria, el Ejército de Damasco y su aliado ruso han reforzado últimamente sus posiciones militares en Al-Hasaka y en las ciudades adyacentes, y han prometido defender los intereses del pueblo sirio.
De hecho, Al-Asad ha enfatizado que Damasco considera a las tropas estadounidenses fuerzas de ocupación y ha prometido liberar cada centímetro del suelo de su país de esas fuerzas invasoras que cometen graves crímenes, desde apoyar y entrenar a las bandas terroristas, hasta secuestrar y matar a civiles.
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