“El Ejército ruso está utilizando activamente las capacidades de su segunda base aérea en Siria. Pues, según demuestran imágenes de satélite, en este momento, en la base área de la ciudad de Al-Qamishli, hay al menos cuatro helicópteros de combate y un avión de transporte militar Il-76”, señala el portal ruso de aviación Avia.Pro.
Según precisa el medio ruso, si bien en la foto se ve cuatro helicópteros, Rusia ha desplegado al menos seis en la mencionada base aérea. Rusia utiliza esas aeronaves para realizar patrullajes en el norte, noreste y centro de Siria.
El Ejército ruso ha estado utilizado la base aérea Al-Qamishli desde 2019 después de que llegara a un acuerdo con las milicias kurdas, apoyadas por Washington, que tienen bajo ocupación ciertas partes en las provincias de Al-Hasaka y Al-Raqa (norte).
La noticia del refuerzo de la base aérea rusa en Al-Hasaka sale a la luz en medio de tensiones entre los Ejércitos de Rusia y EE.UU. en esta provincia siria, donde recientemente se ha producido serios enfrentamientos entre convoyes rusos y estadounidenses.
En un caso reciente acaecido a finales de agosto pasado, el Ejército ruso frenó el avance de una columna de vehículos blindados estadounidenses que se dirigía hacia la ciudad de Al-Malekiya, en Al-Hasaka, rica en recursos petroleros.
Las fuerzas rusas patrullan de manera diaria Al-Hasaka y otras regiones en el suelo sirio en el marco de la alianza estratégica con el país árabe y bajo petición formal del Gobierno de Damasco.
No obstante, las tropas estadounidenses son consideradas como “ocupantes” por parte del Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, que ha exigido en reiteradas ocasiones la retirada total de militares de EE.UU. de su país.
Las autoridades sirias acusan a Washington de perpetrar diferentes tipos de actos criminales, como ofrecer ayuda financiera, logística y armamentística a las bandas terroristas en Siria, con tal de desestabilizar el país y robar sus recursos naturales, entre otros objetivos nefastos.
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