A través de un comunicado publicado este viernes, los comités de coordinación ruso y sirio para el retorno de refugiados han denunciado que los hombres residentes en el campamento de desplazados de Rukban (sur de Siria) “se ven obligados a unirse a las filas de los grupos armados controlados por Estados Unidos” para “obtener la posibilidad de vivir en Rukban y alimentar a sus familias”.
De acuerdo con la nota, los terroristas en las zonas bajo control estadounidense se infiltran en este territorio e impiden que aquellos que no quieren luchar junto a los grupos armados contra Damasco obtengan alimentos y asistencia médica.
Ante este panorama, las partes rusa y siria han exigido a Estados Unidos que detenga las prácticas destinadas a desestabilizar la situación en Siria cumpliendo estrictamente con el derecho internacional y los principios de las Naciones Unidas y entregando control de todo el territorio sirio ocupado al Gobierno de Damasco.
“La ocupación de algunos de los territorios sirios por parte de Estados Unidos y sus aliados aumenta el sufrimiento de los civiles y retrasa el regreso a la vida pacífica en el país”, han denunciado las dos partes en su declaración conjunta.
En Damasco, se le acusa al Ejército norteamericano de respaldar a los grupos terroristas en la zona para prolongar la guerra en Siria. Rusia, a su vez, acusa a Washington de buscar “crear un cuasi-Estado en la orilla este del Éufrates” e impedir que “esos territorios vuelvan a estar bajo el control de las legítimas autoridades” del país árabe.
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