"Siria (...) está dispuesta a continuar el diálogo sirio-sirio sin ninguna condición previa (...) y sin injerencia externa, con el apoyo de las Naciones Unidas y con el apoyo de la comunidad internacional", ha indicado este domingo la agencia de noticias oficial siria SANA, citando a un funcionario del Ministerio de Exteriores sirio.
La fuente ha enfatizado también que las Fuerzas Armadas sirias están determinadas a seguir adelante en su lucha contra los terroristas y a eliminarlos en colaboración con la Fuerza Aérea de Rusia, una cooperación que se basa en "la confianza mutua". Las fuerzas gubernamentales, ha añadido, también colaborarán con los demás miembros de la comunidad internacional que cooperen con Damasco y Moscú para lograr acabar con el terrorismo en el país.
Siria... está dispuesta a continuar el diálogo sirio-sirio sin ninguna condición previa... y sin injerencia externa, con el apoyo de las Naciones Unidas y con el apoyo de la comunidad internacional", ha informado un funcionario del Ministerio de Exteriores sirio.
Con el fin de lograr ese objetivo, la fuente ha indicado que el Gobierno sirio sigue muy de cerca las conversaciones sobre una posible colaboración entre Rusia y EE.UU. en Siria y que recibe con beneplácito que ambos logren ponerse de acuerdo en lo relacionado a la lucha contra los grupos terroristas de EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra, la filial siria de Al-Qaeda.
Esta semana, el enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, informó de que la ONU espera poder convocar una nueva ronda de negociaciones intra-sirias para la paz en agosto, con el fin de encontrar una solución política para el conflicto armado que tantas vidas se ha cobrado desde su comienzo hace más de cinco años.
En la última ronda de negociaciones indirectas celebradas en Ginebra (Suiza) para acordar una transición política en el país que posibilite el fin de la guerra a través del diálogo, el denominado Alto Comité de Negociaciones (HNC, en inglés) auspiciado por Arabia Saudí abandonó la mesa, una medida que según algunos países, sería por la influencia de países extranjeros como Turquía.
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