Según han informado este sábado medios de comunicación, los resultados del estudio, que publica la revista Occupational & Environmental Medicine, son modestos pero preocupantes para la salud pública, de acuerdo con sus autores, ante el uso generalizado de productos de limpieza que contienen cloro para la desinfección del hogar.
Para el trabajo se analizó el impacto potencial de la exposición a lejía en el hogar de más de 9000 niños de entre 6 y 12 años asistentes a 19 escuelas en Utrecht (Países Bajos), 17 escuelas en el este y centro de Finlandia, y 18 escuelas de Barcelona.
En todos los casos se pidió a los padres que completaran un cuestionario sobre la frecuencia de infecciones como gripe, amigdalitis, sinusitis, bronquitis, otitis y neumonía que sus hijos habían tenido en los últimos 12 meses. También se les preguntó si utilizaban lejía para limpiar sus hogares al menos una vez por semana.
De este modo, vieron como el uso de lejía es común en los hogares españoles (72% de los participantes reportaron utilizarla en el hogar) y raro (7%) en los finlandeses. Asimismo, este producto se utiliza en la limpieza de todas las escuelas españolas participantes, mientras que en Finlandia ninguna escuela del estudio utiliza lejía para la limpieza.
Después de tener en cuenta los factores influyentes, como el tabaquismo pasivo en el hogar, la educación de los padres, la presencia de moho del hogar y el uso de lejía para limpiar la escuela, los resultados indicaron que la frecuencia de infecciones es mayor en niños cuyos padres emplean lejía con regularidad para limpiar la casa, en los tres países.
"Estas diferencias fueron estadísticamente significativas para la gripe, las amigdalitis y cualquier infección", según ha reconocido Lidia Casas, primera autora del estudio e investigadora del CREAL.
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