“Las provocaciones se armarán en la línea de separación en Donbás y serán documentadas al estilo de las falsificaciones de los ‘cascos blancos’ en Siria”, ha advertido este jueves el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, en una entrevista con el diario Moskovski Komsomolets.
El funcionario ruso ha indicado que el proyecto de ley Fundamentos de la Política de Estado en el Período de Transición, presentado en el Parlamento de Ucrania, oculta los deseos de Kiev de ocupar el territorio de las repúblicas de Donbás y lanzar allí “operaciones de limpieza”.
Agrega que “ese proyecto de ley […] pone fin a los Acuerdos de Minsk”, que se firmaron en 2015 para detener el conflicto en curso entre la Administración de Kiev y los independentistas del este de Ucrania, en concreto en Donbás, donde se encuentran las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Por otro lado, ha dejado claro que las acusaciones a Rusia de planes agresivos con respecto a Ucrania son “infundadas” y que “no hay y nunca ha habido planes de invasión” contra el territorio del país vecino. “Todo lo que está sucediendo es una provocación bien orquestada”, ha manifestado.
Narishkin además ha dicho que la falta de voluntad de los líderes de Kiev para negociar es la razón por la cual Rusia y Ucrania no logran restablecer las relaciones de buena vecindad. Al respecto, ha dicho que parece que las autoridades ucranianas siguen obedientemente el ejemplo de los occidentales, y no pueden tomar decisiones independientes.
Desde 2014, hay una guerra entre el Gobierno ucranio y los independentistas en la región de Donbás. Pese a los intentos de Moscú por involucrar a Kiev en una solución diplomática para tal conflicto, la situación sigue empeorando. Entretanto, las autoridades ucranianas acusan a Rusia de respaldar a las fuerzas independentistas; imputación repetidamente rechazada por el Gobierno ruso.
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