En declaraciones a la agencia rusa de noticias Interfax publicadas este domingo, Andrey Denisov, embajador de Rusia acreditado en China, ha enfatizado que Moscú se opone a la instalación de los misiles del sistema antimisiles THAAD (sistema de Defensa del Área de Gran Altitud Terminal) de EE.UU. en el suelo surcoreano y se esforzará para impedirlo.
Denisov ha proseguido, las autoridades rusas mantienen contactos con Seúl y Washington en un intento por convencerlos de que semejante medida no resultará constructiva.
El diplomático ruso ha recordado que tanto Pekín como Moscú han advertido en reiteradas ocasiones de que la instalación de THAAD en Asia Oriental dañará los intereses estratégicos y de seguridad de China y Rusia.
El Pentágono, haciendo oídos sordos a las preocupaciones expresadas tanto por China como por Rusia, anunció el pasado abril un eventual despliegue de THAAD en Corea del Sur, si bien aún no ha puesto en marcha este plan, bajo el pretexto de las actividades nucleares de Corea del Norte.
En otro momento de sus declaraciones, Denisov se ha referido al mar de la China Meridional, cuya soberanía se disputan varios países, entre ellos Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi, y ha resaltado que Pekín y Moscú además coinciden en que este conflicto debe solucionarse a través de los canales políticos y diplomáticos y con la participación de todas las partes involucradas.
Tras considerar “contraproducentes” los intentos para internacionalizar una cuestión regional como ésta, el funcionario ruso ha expresado el apoyo de Moscú a los intentos que buscan solucionar las discrepancias en este campo sin la injerencia extranjera y según las normas internacionales.
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