A los 91 años murió el exdictador uruguayo Gregorio Álvarez, condenado a 25 años de prisión en el año 2009 por 37 asesinatos cometidos durante la dictadura militar que se instauró en 1973.
Álvarez gobernó como dictador entre 1981 y 1985, cuando renunció para no tener que entregar la banda presidencial al presidente electo democráticamente Julio María Sanguinetti.
El exdictador Gregorio Álvarez pasó los últimos diez años de su vida en prisión pero nunca aportó datos que permitieran encontrar los cuerpos de los detenidos desaparecidos ni se arrepintió tampoco de ninguno de sus crímenes.
Su muerte no se lamenta, pero tampoco se celebra. Estos crímenes todavía se siguen investigando, y muchos de los responsables, tanto en Uruguay como en otros países de América Latina, siguen impunes.
La dictadura de Uruguay fue parte del llamado Plan Cóndor, una coordinación entre regímenes militares de América Latina auspiciado por Estados Unidos, para detener, secuestrar, torturar y desaparecer opositores políticos.
Eugenia Rodríguez, Montevideo.
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