La policía mexicana ha detenido a Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, a su paisano Héctor Beltrán Leyva, del cártel que lleva sus apellidos, a Servando Gómez, alias “La Tuta” y apenas el 4 de marzo a Óscar Omar Treviño Morales, líder del temible cártel de los Zetas, entre otros muchos.
Especialistas en temas de seguridad afirman que son puntos a favor de las autoridades mexicanas en la lucha contra las drogas, pero que se han dejado huecos en el ataque contra la estructura de los grupos criminales que trafican con estupefacientes, secuestran, roban y extorsionan.
Los cárteles de las droga mexicanos tenían líderes muy violentos y poderosos dentro del crimen organizado, han caído la mayoría. Pero detrás de ellos ocurre una disputa por ese liderazgo porque la estructura criminal permanece sin cambios. Sigue el tráfico de drogas principalmente a Estados Unidos y todas las actividades delictivas porque el flujo de dinero ilegal es constante y abundante.
Los analistas opinan que la lucha contra el crimen, no debe limitarse a capturar grandes capos, ni destruyendo laboratorios clandestinos. Hay que abatir las causas del tráfico de drogas.
Analistas y especialistas en temas de seguridad coinciden en que es muy positiva la detención de los líderes de los cárteles tradicionales que han asolado México durante años. Pero insisten en que se deben atacar las estructuras financieras y sobre todo la protección que otorgan gobiernos locales a estos criminales.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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