En una declaración conjunta emitida este martes en la sexta sesión del Grupo de Trabajo para el Fortalecimiento de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Biológicas (CAB o BWC, por sus siglas en inglés), que está en curso hasta el 22 de agosto en Ginebra (Suiza), 129 Estados miembros han apoyado el derecho de Irán al uso pacífico de tecnologías biológicas, y condenado los ataques del régimen israelí a las instalaciones de producción farmacéutica y de vacunas de la República Islámica.
Los países del Movimiento de Países No Alineados (MPNA o MNOAL) y otros miembros que lo apoyan también han expresado su profunda preocupación por las sanciones unilaterales y las medidas coercitivas impuestas a algunos Estados miembros, incluida Palestina. Han afirmado que estas acciones constituyen el incumplimiento de los compromisos contraídos en el derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
El comunicado destaca que dichas medidas perturban o dificultan el acceso a medicamentos, equipos médicos y servicios, así como la adquisición, la compra y entrega de vacunas y materias primas necesarias para su producción.
Los miembros del MNOAL también han instado a los gobiernos que imponen sanciones unilaterales a cumplir de inmediato con sus obligaciones en virtud del artículo 10 de la Convención y a levantar todas las acciones coercitivas que afecten directa o indirectamente el intercambio completo de equipos, materiales e información científica y técnica para el uso pacífico de agentes biológicos y toxinas.
La Convención sobre Prohibición de las Armas Biológicas, establecida en 1972, es un tratado multilateral para prevenir la proliferación, producción y almacenamiento de armas biológicas y toxínicas, y está en vigor desde 1975. Es el primer tratado multilateral de desarme que prohíbe una categoría de armas de destrucción masiva.
El régimen israelí no es parte de ningún tratado internacional relativo a armas de destrucción masiva, incluida la CAB, y según informes, sigue produciendo y almacenando diversos tipos de armas de destrucción masiva, incluidas armas biológicas, químicas y nucleares.
El 13 de junio, el régimen israelí lanzó su agresión contra Irán, asesinando a altos funcionarios y científicos nucleares iraníes en un acto terrorista que también cobró la vida de decenas de civiles. Días después, Estados Unidos intensificó la guerra bombardeando tres instalaciones nucleares civiles en Irán.
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