“Cualquier persona o régimen que amenace o —Dios no lo quiera— agreda a la Umma (comunidad) islámica y su soberanía, a su liderazgo y autoridad religiosa, tiene la condición de mohareb (enemigo que combate contra Dios)”, indica un decreto religioso o fatwa emitido por el jurisconsulto iraní, el ayatolá Naser Makarem Shirazi.
El ayatolá Makarem Shirazi ha respondido de este modo a una estefta (consulta religiosa) sobre las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y del régimen sionista contra el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
El decreto señala que “toda forma de colaboración o apoyo a tal persona o régimen por parte de los musulmanes o de los gobiernos islámicos es haram (prohibida por la ley islámica)”.
Por ello, enfatiza que “es necesario que todos los musulmanes del mundo hagan que estos enemigos se arrepientan de sus palabras y actos. Y si llegan a sufrir dificultades o pérdidas por ello, recibirán la recompensa del muyahid (combatientes en el camino de Dios). Que Dios proteja a la comunidad islámica del mal de sus enemigos y acelere la aparición del Imam Mahdi (el Señor del Tiempo)”, añade la nota.
El decreto religioso se ha emitido después de las recientes amenazas de Trump contra el ayatolá Jamenei.
En una provocadora publicación en su red social Truth Social, el magnate republicano aseguró el 18 de junio que Estados Unidos tiene ubicado al Líder iraní, a quien describió como un “objetivo fácil”, aunque aclaró que por el momento no ordenaría su eliminación. El viernes, Trump repitió sus descaradas palabras, afirmando que “salvó” al ayatolá Jamenei de la muerte durante el reciente conflicto entre Irán e Israel.
Trump empleó un lenguaje irrespetuoso hacia el ayatolá Seyed Ali Jamenei, incluso durante la agresión conjunta de Estados Unidos e Israel contra Irán entre el 13 y el 24 de junio.
El embajador y representante permanente de Irán ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, Amir Said Iravani, condenó categóricamente el viernes las amenazas explícitas hechas por Trump, y el ministro israelí de asuntos militares, Israel Katz, contra el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
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