En un mensaje dirigido al pueblo el martes por la noche, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, elogió a la nación “que hizo época” por su “valiente firmeza” que allanó el camino hacia la victoria, asegurando que “esta victoria es fruto de la unidad, la calma y la cohesión” que mostró el pueblo durante los días de la guerra.
‘Las pérdidas de Israel son inimaginables’
Pezeshkian aseveró que las pérdidas que había sufrido el enemigo como resultado de la operación de represalia iraní eran “inimaginables”, a pesar de la estricta censura mediática que había impuesto el régimen.
Según el presidente iraní, fue el aventurerismo y la actitud belicista del régimen israelí lo que desencadenó la guerra, y fue la gran nación iraní la que le puso fin enfrentándose al agresor y obligándolo a retirarse.
Los comentarios se produjeron un día después de que los medios de comunicación estadounidenses informaran que el régimen había pedido a Irán, a través de mediadores occidentales, que detuviera los ataques de represalia en medio de daños monumentales en los territorios ocupados como resultado de los bombardeos iraníes.
El mensaje de Irán: los agresores siempre pagan alto precio
Según el presidente Pezeshkian, los agresores fracasaron en sus objetivos de destruir la infraestructura de Irán, eliminar su energía nuclear pacífica y sembrar el caos interno.
“Por el contrario, los ataques (iraníes) han destrozado la ilusión de una ‘entidad invencible’ y han socavado su prestigio. También han destruido importantes instalaciones y centros en toda la geografía de la entidad ocupante, enviando un claro mensaje al mundo de que el coste del aventurerismo contra Irán es extremadamente alto”, resaltó.
“La historia no olvidará la traición de los enemigos de Irán”
Pezeshkian recordó que la agresión terrorista, basada en pretextos endebles y repetitivos, llevó a cabo contra Irán en medio de los esfuerzos diplomáticos de la República Islámica para disipar los malentendidos públicos y evitar una confrontación militar.
Se refería a las conversaciones indirectas que estaban en marcha entre Irán y Estados Unidos, mediadas por Omán, que no avanzaron debido a las exigencias excesivas de Washington.
“La historia no olvidará la traición y las promesas incumplidas de los enemigos de Irán, que recurrieron a la agresión y la invasión durante las negociaciones”, afirmó.
El régimen israelí lanzó su agresión contra Irán el 13 de junio apenas dos días antes de la sexta ronda de conversaciones indirectas prevista en Mascate, que finalmente fueron canceladas.
Después de 12 días de la guerra, Israel puso fin a su agresión contra Irán en la madrugada del martes tras sufrir duros golpes a manos de las Fuerzas Armadas iraníes.
En las 22 fases de la operación Verdadera Promesa III, las Fuerzas Armadas iraníes lanzaron cientos de misiles balísticos y drones contra sitios militares estratégicos israelíes en los territorios ocupados.
El cese unilateral de la agresión del régimen contra Irán fue anunciado por el presidente estadounidense, Donald Trump, en la madrugada del martes.
Un día antes del anuncio, las Fuerzas Armadas iraníes dispararon una andanada de misiles contra Al-Udeid, la base militar más importante de EE.UU. en la región de Asia Occidental, ubicada en Catar. El ataque se produjo después de que Estados Unidos atacara tres instalaciones nucleares iraníes el domingo, convirtiéndose en parte directa de la guerra de agresión que el régimen israelí inició contra Irán.
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