• Edificio de la Cancillería de Irán, en Teherán.
Publicada: sábado, 7 de junio de 2025 8:34

Irán condena la acción racista del presidente Donald Trump de prohibir el ingreso de sus ciudadanos y de otros varios países al territorio de Estados Unidos.

El director general de Asuntos Iraníes en el Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Alireza Hashemi Raya, ha descrito la medida como una clara señal del predominio de una mentalidad supremacista y racista entre los responsables políticos estadounidenses.

La decisión del gobierno de Estados Unidos de prohibir la entrada de ciudadanos iraníes, simplemente por su religión y nacionalidad, no solo indica la profunda hostilidad de los responsables estadounidenses hacia el pueblo iraní y los musulmanes, sino que también viola los principios fundamentales del derecho internacional, incluido el principio de no discriminación y los derechos humanos fundamentales”, ha subrayado en un comunicado emitido este sábado.

El titular iraní ha denunciado que privar a cientos de millones de personas del derecho a viajar a otro país, únicamente por su nacionalidad o religión, es un ejemplo de discriminación racial y racismo sistemático en el Gobierno estadounidense y se considera como una violación de las normas internacionales de derechos humanos, lo que implicará responsabilidad internacional para el Gobierno estadounidense.

El diplomático ha instado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a las instituciones pro derechos humanos que se opongan públicamente a estos enfoques unilaterales de Estados Unidos, y al mismo tiempo, ha enfatizado que la República Islámica de Irán no se abstendrá de tomar cualquier acción para proteger los derechos de los ciudadanos iraníes contra los efectos y consecuencias de esta decisión discriminatoria del Gobierno de Estados Unidos.

El presidente de EE.UU. firmó el miércoles un decreto que prohíbe el ingreso de los ciudadanos de Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, al tiempo que limita a los procedentes de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.

“Permitir la entrada sin restricciones de nacionales de los países mencionados sería perjudicial para los intereses de Estados Unidos. Sin embargo, revelar públicamente detalles adicionales en los que me basé para tomar esta decisión causaría un grave perjuicio a la seguridad nacional del país, y muchos de esos detalles son información clasificada”, justificó alegando que no permitiría que ocurriera en EE.UU. lo que sucedió en Europa, sin explicar más al respecto.

En enero de 2027 y durante su primer mandato, Trump prohibió la entrada a ciudadanos de los siguientes siete países, en su mayoría con la población musulmana: Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen.

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