• El secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Akbar Ahmadian.
Publicada: jueves, 8 de mayo de 2025 22:20
Actualizada: viernes, 9 de mayo de 2025 1:12

Un jefe de seguridad iraní dice que, si bien los resultados de los diálogos entre Irán y EE.UU. son “impredecibles”, las líneas rojas de Teherán siguen firmes.

Ali Akbar Ahmadian, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, en la “Conferencia de comandantes y Gerentes del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI)”, celebrada el jueves en Teherán, abordó las negociaciones indirectas en curso con Estados Unidos.

“Así como las negociaciones directas bajo condiciones de coerción y amenazas son irracionales e indignas, las negociaciones celebradas en igualdad de condiciones y libres de amenazas e imposiciones son racionales y honorables”, dijo el funcionario iraní.

En este ámbito —señaló Ahmadian— el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, transformó las amenazas del enemigo en condiciones de igualdad y dignidad. Lo que cambió fueron las circunstancias, no la posición de la República Islámica, remarcó.

 “En cuanto al contenido y los resultados de las conversaciones, el asunto es impredecible; sin embargo, nuestras líneas rojas son completamente claras y dependen del comportamiento de Estados Unidos y de las condiciones prevalecientes”, enfatizó.

 

Irán y Estados Unidos han celebrado hasta la fecha tres rondas de conversaciones mediadas por Omán sobre un sustituto del acuerdo nuclear de 2015. La cuarta ronda se había programado inicialmente para el 3 de mayo en la capital italiana, pero se pospuso por razones, según Omán, “técnicas y logísticas”. 

El martes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Esmail Baqai, anunció que la República Islámica está valorando la propuesta de Omán para fijar a principios de la próxima semana la cuarta ronda de conversaciones. 

Hasta el momento, ambas partes han descrito sus conversaciones indirectas como generalmente productivas, incluyendo la última ronda, que se calificó como un proceso “constructivo”.

En realidad, tal como dijo Ahmadian, el futuro de las negociaciones es incierto, ya que se desarrollan en medio de la postura de doble rasero de la parte estadounidense. 

El presidente estadounidense, Donald Trump, quien en su primer mandato sacó a su país del acuerdo nuclear iraní firmado en 2015 y, al asumir un nuevo gobierno en enero, ha planteado iniciar conversaciones para un nuevo acuerdo, sigue una retórica hostil y de imposición de sanciones al país persa. 

Trump insiste en el “desmantelamiento total” del programa nuclear pacífico iraní, amenazando incluso con atacar las instalaciones nucleares iraníes si no se alcanza un acuerdo nuclear con el país persa.

La República Islámica ha dicho que no tolerará enfoques basados ​​en amenazas y presiones y remarcado que el enriquecimiento de uranio constituye una línea roja en sus negociaciones con Estados Unidos.

Teherán, aunque ha dicho estar listo para alcanzar un acuerdo que garantice sus intereses, ha advertido que responderá cualquier mínima agresión contra su soberanía nacional.

ncl