En declaraciones a los periodistas al margen de una ceremonia con motivo del quinto aniversario del martirio del teniente general Qasem Soleimani, el general de brigada Iray Masyedi, coordinador adjunto de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, ha reflexionado sobre su amistad de 22 años con el héroe antiterrorista, y ha señalado que Soleimani era una figura internacional incomparable en la lucha contra ese flagelo.
Masyedi ha atribuido al general Soleimani, el desmantelamiento de grupos terroristas como Daesh y Al-Qaeda, aportando seguridad en la región y el mundo.
“Mientras que personas inocentes fueron víctimas de terroristas y atrocidades, como decapitaciones por parte de Daesh, Soleimani fue quien erradicó a esos ultraviolentos y garantizó la seguridad de Irán y la región”, ha destacado.
Masjedi ha lamentado que Soleimani haya caído mártir en un asesinato selectivo, orquestado por el entonces expresidente estadounidense Donald Trump.
Cancillería de Irán defiende el legado antiterrorista del general Soleimani
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Esmail Baqai, en un mensaje en su cuenta X en el aniversario del martirio del teniente general Soleimani, ha escrito este jueves que, en una época en la que la guerra se basa en armas, bombas y montones de cadáveres, el general Soleimani era conocido como el comandante de los corazones, añadiendo que los grandes generales no son conquistadores de tierras conocidas en la geografía; son conquistadores de corazones, y por eso sus conquistas permanecen indelebles.
El teniente general Soleimani, el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y varios de sus compañeros iraníes e iraquíes, fueron martirizados en un ataque aéreo estadounidense a las afueras del aeropuerto de la capital iraquí, Bagdad, el 3 de enero de 2020, por orden directa de Trump.
Soleimani es recordado como un símbolo de la Resistencia contra el terrorismo y un destacado estratega militar que desempeñó un papel crucial en la derrota del grupo terrorista takfirí Daesh en Asia Occidental.
Cinco días después del crimen terrorista de Washington, Irán respondió con un ataque de misiles a dos bases norteamericanas en Irak, ubicadas en la provincia occidental de Al-Anbar y en la región del Kurdistán. Sin embargo, las autoridades iraníes dejaron claro que este ataque no constituía la venganza definitiva por la muerte de Soleimani, y que el país llevaría ante la justicia a todos los responsables de la embestida.
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