Así lo ha subrayado este sábado el comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Hosein Salami, en una reunión con los altos mandos, directores y el personal de esta fuerza élite.
El general iraní se ha referido a los últimos acontecimientos en Francia, país que, a su juicio, cooperaba mano a mano con los antirrevolucionarios y actuaba de manera intervencionista durante los recientes disturbios en Irán, pero, hoy, su presidente, Emmanuel Macron, se encuentra confundido y enfrenta desafíos irresolubles ante las demandas del pueblo.
“Hoy, no reconocen la imagen de Francia con Macron, sino con la violencia y brutalidad de la Policía francesa contra cientos de miles de manifestantes que llevan meses protestando contra las políticas de Macron y su Gobierno en París (la capital) y otras ciudades francesas”, ha resaltado.
Salami, también, ha llamado la atención hacia Estados Unidos y la decadencia de su poderío, y lo ha comparado con un iceberg que se está descongelando: “Miren a EE.UU., ¿Se puede ver algo de su supremacía hoy en día?, ¡cuánto de este iceberg se ha derretido!, ¡cuánto se ha reducido el poder de Estados Unidos en el mundo!”, ha cuestionado.
De este modo, ha destacado las circunstancias en los territorios ocupados por Israel y las masivas protestas de sus residentes por las políticas de las autoridades: “Miren a los sionistas, todos han salido a las calles en protesta, algunos de ellos son ancianos y niños; estos son los hechos que nunca se vieron durante la vida del régimen sionista”, ha resaltado.
“Aquellos que querían desestabilizar a Irán, ya viven inestabilidad. Irán es ahora el foco de las políticas regionales e incluso mundiales, y los efectos de los acontecimientos en este país han aparecido incluso en Europa del Este, el norte del mar Rojo, América Latina y el Este de Asia”, ha acentuado.
El general Salami ha hecho hincapié en que la fragmentación del frente enemigo ante la Revolución Islámica es tal que hoy ni siquiera Estados Unidos puede defender al régimen ocupante de Israel, y la cola de los países árabes para normalizar las relaciones con esta entidad ha llegado a su fin.
Las autoridades iraníes denuncian que los derechos humanos en el diccionario de muchos gobiernos reclamantes en Occidente no son más que un juguete y una herramienta para lograr objetivos políticos e interferir en los asuntos internos de otros países.
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