La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, ha declarado este sábado que el país está imponiendo sanciones a 13 personas y dos entidades en respuesta a lo que calificó de “atroces” violaciones y abusos de los derechos humanos en el país persa.
En reacción, el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani, ha dicho que la medida australiana es un claro ejemplo de intromisión en los asuntos internos de la República Islámica e incitación a la violencia y el odio.
De acuerdo con el vocero iraní, Australia es un país que tiene un “oscuro historial” de DD.HH. por numerosos informes documentales sobre violaciones de derechos humanos presentados ante las organizaciones internacionales, lo que, la comunidad internacional debería tener en cuenta.
“La nueva acción de Australia contra Irán tuvo lugar mientras el Gobierno del país violaba sistemáticamente los derechos básicos de los aborígenes australianos, prisioneros y solicitantes de asilo durante muchos años. También ha albergado a agentes de grupos separatistas y terroristas antiraníes”, ha declarado Kanani.
Conforme a las autoridades australianas, el nuevo régimen de sanciones se dirigirá a la Policía de Irán, la Fuerza de Resistencia Popular de Irán (Basich) y otras seis personas iraníes, en línea con su política de apoyo a los disturbios avivados por los alborotadores tras la muerte de la joven Mahsa Amini de 22 años, quien perdió la vida en un hospital días después de que fuera detenida por la policía de Irán.
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