“En los próximos meses se romperán los muros del embargo”, ha dicho este jueves el vicepresidente iraní para Asuntos Económicos, Mohsen Rezai, en declaraciones desde la ciudad de Bushehr.
Rezai ha señalado que el país persa se encuentra en una guerra económica, ya que los enemigos de la República Islámica se sienten el peligro por el avance rápido de Irán; no obstante, el Gobierno iraní tiene como objetivo mejorar la situación económica del país, ha enfatizado.
En efecto, ha proseguido, “hay una seria lucha y competencia entre nosotros y los oponentes de Irán en el extranjero y en la región, y en esta lucha estamos tratando de acelerar el avance del país”.
En otro momento de sus afirmaciones, ha hecho alusión a la isla de Jarg —considerada como la principal terminal de exportación de petróleo de Irán en el Golfo Pérsico—, destacando la alta capacidad de esta parte del país persa para el desarrollo de la industria petrolera.
Recientemente, tanto EE.UU. como otros países occidentales han intensificado su campaña de sanciones antiraníes so pretexto de los disturbios en el país persa, a las que Irán ha respondido con medidas recíprocas.
Eso mientras Irán categorizó con anterioridad las sanciones estadounidenses —reimpuestas tras la salida unilateral de Washington del acuerdo nuclear en mayo de 2018— como un acto de guerra y de terrorismo económico y ha pedido una y otra vez a la comunidad internacional que actúe contra la flagrante violación de los derechos humanos que representa el bloqueo.
Aun así, el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, dije en mayo pasado que su Gobierno no postergará el progreso del país hasta la eliminación de las sanciones, aunque trabaja activamente para neutralizarlas.
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