“Hoy, la Unión Europea con un error de cálculo y en una acción poco constructiva basada en una gran cantidad de información falsa, volvió a recurrir a la herramienta ineficaz de las sanciones contra los iraníes”, ha escrito este lunes Hosein Amir Abdolahian en su cuenta oficial de Twitter.
Los embargos, aprobados esta misma jornada, se dirigen a 11 individuos y cuatro entidades iraníes, entre ellos la Policía, a la que acusan de la supuesta represión de las últimas protestas en el país por la muerte de Mahsa Amini, joven iraní de 22 años que falleció el 16 de septiembre en un hospital en Teherán días después de ser detenida en una comisaría.
Asimismo, entre los individuos agregados a la lista de sanciones europeos figura el ministro de Tecnología de la Información y Comunicaciones de Irán, Isa Zarepur, al que responsabilizan por el supuesto corte de Internet.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, que había denunciado anteriormente el apoyo de la UE a los disturbios acaecidos en Irán, ha dejado claro, además, vía Twitter, que la República Islámica no tolera la violencia callejera y actos de caos.
“La perturbación y la destrucción de los bienes públicos no se toleran en ninguna parte del mundo e Irán no es una excepción a esta regla”, ha agregado el máximo diplomático persa.
Los embargos han sido aprobados después de que la Cancillería iraní advirtiera que la República Islámica dará una respuesta recíproca a cualquier sanción a sus autoridades por parte de la UE bajo el pretexto de los disturbios.
En esta línea, el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, exigió hoy lunes a países europeos que dejen sus políticas de doble rasero en materia de los derechos humanos y no adopten un “comportamiento irracional, selectivo e intervencionista”.
Las autoridades iraníes denuncian, con pruebas, que los actos vandálicos y de caos ocurridos en las últimas semanas en el país bajo pretexto de la muerte de Amini, son parte de un plan diseñado y financiado desde Estados Unidos, Israel y varios países europeos para desestabilizar Irán y lograr un cambio del Sistema de República Islámica.
Sin embargo, Teherán asegura que se reserva el derecho a garantizar la seguridad nacional, y ha prometido no permitir que nadie genere inestabilidad en el país.
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