“La República Islámica de Irán quiere mantener la seguridad y el progreso de sus vecinos y de la región, y considera que la intervención y presencia de extranjeros es perjudicial para la seguridad de la región”, ha hecho hincapié este domingo el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian.
A continuación, el jefe de la Diplomacia persa ha puntualizado que la presencia del régimen de ocupación de Al-Quds en la región de Asia Occidental causa inestabilidad e inseguridad, además de terror y el sabotaje en toda esta zona.
En una conversación telefónica con su par emiratí, Abdulá bin Zayed bin Sultan Al-Nahyan, el canciller iraní ha subrayado la necesidad de incrementar los encuentros y las consultas bilaterales entre funcionarios de los dos países, lo cual, ha dicho es la base para desarrollar y ampliar las relaciones bilaterales.
De hecho, ha invitado a su homólogo emiratí a visitar Teherán, capital persa, a la vez que ha recordado que afianzar los lazos con los vecinos es prioridad en la política exterior de la República Islámica.
Por su parte, el ministro de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha destacado el interés mutuo de ambos países en el desarrollo de los nexos bilaterales y ha dado la bienvenida a las consultas periódicas de los funcionarios iraníes y emiratíes.
Además, Abdulá bin Zayed ha asegurado que los EAU no permitirán que desde su territorio se tomen medidas destructivas contra países vecinos.
En este contexto, Amir Abdolahian dejó claro el viernes que las naciones de la región son las que “deben decidir su destino” y no los extranjeros.
La República Islámica censura que la inseguridad y la inestabilidad persistentes en Asia Occidental fueron sentadas desde la creación del régimen israelí que, “con el apoyo de algunas potencias occidentales, usurparon los territorios sagrados palestinos por la fuerza de las armas y mediante el asesinato y el saqueo”.
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