“Gracias a la sangre [derramada] del mártir Soleimani y de Abu Mahdi al-Muhandis, Estados Unidos está al borde de una completa expulsión de la región”, ha aclarado este domingo, Mohamad Baqer Qalibaf, durante una sesión abierta del Parlamento, con el motivo del segundo aniversario del martirio del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak.
Qalibaf ha mostrado su esperanza de que este objetivo, es decir: la expulsión de EE.UU. de Asia Occidental, se materialice pronto y de manera completa con el apoyo de las naciones regionales.
En este contexto, el líder de la coalición parlamentaria Al-Fath (Conquista), Hadi al-Amiri, manifestó el sábado que la venganza por la sangre derramada de Soleimani y Al-Muhandis será la salida de fuerzas ocupantes de Irak.
El general Soleimani y Al-Muhandis, junto a varios de sus compañeros, cayeron mártires el 3 de enero de 2020 en un ataque con drones ordenado directamente por el entonces presidente estadounidense Donald Trump en Bagdad.
Desde el asesinato de los referidos dos héroes en la lucha antiterrorista, las tropas de la Resistencia iraquí han aumentado la presión sobre las fuerzas de EE.UU. para que abandonen su país, atacando con frecuencia bases ocupadas por los estadounidenses.
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