El miércoles fue anunciado que las fuerzas navales del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán recuperaron hacía una semana un petrolero cargado con crudo iraní después de que los militares estadounidenses secuestraran el buque y transfirieran el cargamento a otro navío en el mar de Omán.
En este contexto, el Imam del rezo colectivo del viernes de Teherán, capital iraní, el ayatolá Seyed Ahmad Jatami, ha resaltado la labor de las Fuerzas Armadas de Irán a la hora de hacer frente al enemigo y proveer en todo momento la seguridad del pueblo persa.
“Esta actuación del CGRI frente a EE.UU. supone una humillación para este Ejército [estadounidense] y demuestra que las fuerzas estadounidenses tienen asentadas sus bases sobre telaraña. Esta medida del Cuerpo de Guardianes, seguida de los derribos de drones estadunidenses y el ataque de represalia contra su base en Ain Al-Asad [en Irak] supone un orgullo para todos nosotros”, ha destacado Jatami.
Para el clérigo persa, la operación del CGRI ante la piratería de EE.UU. no solo ha mostrado el poderío de Irán, sino que ha demostrado la debilidad de las fuerzas estadounidenses y del régimen israelí ante el poder disuasivo del país persa. “No es una exageración decir que en un futuro cercano seremos testigos del derrocamiento permanente de estos dos regímenes verdugos”, ha aseverado.
En alusión al comportamiento de ciertos países cómplices de EE.UU. que amenazan constantemente a Irán, el ayatolá Jatami ha señalado la política de buena vecindad de la República Islámica con respecto a todos sus vecinos, para luego recalcar que Teherán no puede tolerar la “cobardía y la sumisión” de algunos países regionales ante políticas erróneas estadounidenses o israelíes.
En este sentido ha recordado la capacidad disuasiva y el poder militar de Irán como una potencia regional y ha alertado sobre las consecuencias de cualquier medida que busque desestabilizar Asia Occidental.
mep/sar/tqi
