“He declarado repetidamente y de manera explícita […] que la República Islámica de Irán no ha estado directa o indirectamente implicada en ningún ataque armado de ninguna entidad o individuo contra el personal o instalaciones estadounidenses en Irak”, reiteró el viernes el representante permanente de Irán ante la ONU, Mayid Tajt Ravanchi.
Mediante una carta dirigida a la presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), Tajt Ravanchi rechazó las declaraciones de la representante de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, quien dijo el martes que el reciente ataque de EE.UU. contra la región limítrofe sirio-iraquí tuvo como objetivo disuadir a Irán de lo que llamó ejecutar o apoyar más ataques contra el personal o las instalaciones estadounidenses.
La semana pasada, cazas estadounidenses atacaron dos lugares cerca de la ciudad de Al-Bukamal en Deir Ezzor (este de Siria), fronteriza con Irak, causando la muerte de un niño y heridas a otros tres civiles. Además, bombardearon posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en la región de Al-Qaim, en el oeste de Irak, cerca de la frontera con Siria, en los que cuatro miembros de esta movilización iraquí cayeron mártires.
El diplomático persa restó credibilidad y fiabilidad a las “infundadas” retóricas de la representante estadounidense contra Teherán. “Rechazamos categóricamente tales afirmaciones y las consideramos legalmente inválidas”, acentuó.
EEUU recurre a la “interpretación arbitraria” de la Carta de la ONU
Tajt Ravanchi denunció que Washington justifica la violación de la integridad territorial de Siria e Irak, recurriendo a la “interpretación arbitraria” del Artículo 51 de la Carta de la ONU, que establece el derecho de los países a emplear la legítima defensa, incluso legítima defensa colectiva, contra un ataque armado.
Por carecer de “base real o legal”, prosiguió el diplomático persa, los ataques estadounidenses constituyen una clara violación del derecho internacional, en particular del Artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, que establece que los países miembros deben arreglar sus controversias internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia.
EEUU busca tapar su agenda desestabilizadora
El representante iraní ante la ONU, en conclusión, enfatizó que Estados Unidos acusa a los países de la zona en que operan ilegalmente sus tropas para “tapar sus actividades irresponsables y desestabilizadoras, así como para distraer la opinión pública de sus acciones militares ilegales y aventureras en la región” de Asia Occidental.
Las recientes agresiones de Washington constituyen el segundo ataque de ese tipo a instalaciones similares en Siria y sus alrededores, ejecutadas durante la Administración del actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden. El 25 de febrero, el Ejército estadounidense realizó ataques aéreos contra objetivos de los grupos populares iraquíes en el este de Siria bajo el mismo pretexto.
La República Islámica ve detrás de esas ofensivas de EE.UU. intentos por alterar la seguridad en la región.
Por su parte, las fuerzas populares y de la Resistencia iraquíes subrayan más que antes la necesidad de expulsar a las tropas extranjeras, en particular las de EE.UU., y se manifiestan plenamente preparadas para responder ojo por ojo a los ataques de las fuerzas de ocupación.
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