• Miles de personas participan en el cortejo fúnebre del asesinado general Qasem Soliemani en Kerman, sureste de rán 7 de enero de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 30 de diciembre de 2020 15:33
Actualizada: lunes, 25 de enero de 2021 13:32

Irán afirma que el asesinato del teniente general Qasem Soliemani unió a los países de la región contra la arrogancia de EE.UU. y su presencia en la zona.

“El año pasado, la gente de toda la región, desde Irán e Irak hasta La India y Paquistán mostraron su disgusto por los asesinos del general Soliemani. Su sangre unió a nuestra región contra la arrogancia y presencia de Estados Unidos”, ha indicado este miércoles el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, en un mensaje emitido en la red social Twitter.

Al señalar que esa unidad fue la verdadera respuesta a la “estupidez” de EE.UU., la Cancillería iraní ha subrayado que la unión y la ira provocada por la muerte del teniente general Soleimani aún siguen en pie. “Nunca perdonaremos, nunca olvidaremos”, ha añadido.

Estas palabras de la Cancillería iraní se producen a pocos días del primer aniversario del asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, quien fue martirizado el 3 de enero de 2020 en una operación terrorista perpetrada en Bagdad (capital iraquí), por orden directa de la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump.

 

El asesinato de Soleimani, considerado héroe de la lucha contra el terrorismo regional, provocó condenas tanto a nivel nacional como internacional. Varios movimientos iraquíes lo consideraron una “violación de la soberanía” de su país y el Parlamento de Irak aprobó una resolución demandando la salida de las tropas estadounidenses de su territorio.

Irán, a su vez, calificó la agresión como un “acto de terrorismo internacional” y atacó con misiles dos bases norteamericanas en Irak, una en la provincia occidental de Al-Anbar y la otra en la región del Kurdistán; no obstante, las autoridades persas dejaron claro más tarde que dicho ataque no era ni mucho menos la venganza real que tenían pensada por el asesinato de Soleimani y que continuarían las represalias contra el país norteamericano.

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