“Amir Rahimpur, un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., que tenía contacto con esta organización y había recibido salarios muy altos por realizar actividades de espionaje sobre el programa iraní de la energía nuclear, está condenado a muerte”, ha anunciado el portavoz del Poder Judicial de Irán, Qolam Hosein Esmaili.
En declaraciones ofrecidas en una rueda de prensa, el vocero ha señalado que la sentencia se aplicará en un futro cercano.
Esmaili ha dicho también que otros dos espías han recibido condenas de diez y cinco años de prisión. Estos llevaban a cabo sus actividades de espionaje a través de una organización benéfica.
Asimismo, ha condenado la hostilidad del Gobierno de EE.UU. hacia la República Islámica durante los últimos cuarenta años, y ha señalado que la guerra de ocho años contra Irán y el ataque a un avión civil iraní que dejó 290 muertos son dos ejemplos de la hostilidad norteamericana hacia el país persa.
El último caso, recuerda Esmaili, ha sido el asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y sus compañeros en Irak.
“Utilizar espías para acceder a informaciones [clasificadas] es otra de las actividades hostiles del Gobierno estadounidense contra Irán. Pero, gracias a la prudencia del pueblo y la habilidad de las fuerzas de seguridad, [EE.UU.] no ha logrado materializar sus objetivos en ningún aspecto”, ha explicado el portavoz, y enfatizado que la República Islámica, además de contrar con una alta red de inteligencia, es determinante en cuanto a acciones que socaven su seguridad nacional.
El pasado 22 de julio, Irán anunció haber desarticulado una amplia red de espionaje y arrestado a 17 espías de la CIA que operaba en suelo iraní. Algunos de los detenidos fueron sentenciados a muerte.
El periódico iraní Mashregh confirmó que los espías estaban involucrados en actividades en busca de información sobre la venta del crudo persa. Esta versión también fue verificada tanto por un político iraní y dos comerciantes de petróleo, todos bajo condición de anonimato.
Los servicios de inteligencia iraníes detienen con frecuencia a espías extranjeros y desmantelan redes de espionaje destinadas a desestabilizar Irán y, en especial, el sector de la energía nuclear.
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