Después de décadas de la lucha contra el régimen monárquico, el levantamiento del pueblo iraní da sus primeros frutos el 16 de enero de 1979. Con el auge de las protestas y la inminente caída del régimen, el derrocado Shah de Irán, Mohamad Reza Pahlavi, decide huir del país.
Mohamad Reza Pahlavi se va primero a Egipto y después a Marruecos. Es ahí donde, vio la derrota definitiva de su régimen en 11 de febrero de este mismo año. Después de pasar algún tiempo en varios países desde Bahamas hasta México, el 22 de octubre de 1979 entra en Nueva York (EE.UU.).
El recibimiento de Shah en Estados Unidos provoca la ira de los iraníes que quieren que el monarca vuelva al país y rinda cuentas por sus crímenes contra la población. Como un gesto de protesta, un grupo de estudiantes deciden hacerse con el control de la embajada de Estados Unidos en Irán por tres días, para mostrar desde ahí su protesta a la política de Washington a la Revolución de Irán.
El 4 de noviembre de 1979, los estudiantes realizan el plan y detienen al personal diplomático que se encontraba ahí.
Pero, al hacerse con el control de la embajada, los estudiantes se dan cuenta de que en esta representación diplomática y bajo el pretexto de la diplomacia, se realizaba una mayor operación de espionaje contra la Revolución. Los funcionarios de la embajada habían tratado de destruir todos los documentos antes de la entrada de los estudiantes, pero éstos logran recuperar algunos.
Ya descubierto el espionaje, los estudiantes cambian de plan. Piden la entrega del Shah a cambio de los funcionarios detenidos. Estados Unidos, bajo el liderazgo del entonces presidente Jimmy Carter se resiste y corta lazos diplomáticos con Teherán. La Casa Blanca incluso planea una intervención militar para liberar a los detenidos, pero resulta ser un fracaso.
El 27 de julio de 1980, el Shah muere en Egipto. Ante esta situación, Irán presenta nuevas propuestas para liberar a los detenidos, entre ellas, la no intervención de Washington en asuntos de Irán. Tras la afirmativa de Washington, los funcionarios estadounidenses son liberados después de 444 días. La embajada de Estados Unidos, es reconocida desde entonces por los iraníes, como un ‘nido de espías’.
fdd/nii/