“Esto supone una confesión del poderío de Irán en la región (…) La carta del director de la CIA al general Soleimani, comandante de las Fuerzas de Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, además demuestra la inseguridad de los estadounidenses en el suroeste de Asia”, indicó el vicepresidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Kamal Dehqani Firuzabadi.
Citado el jueves por los medios, Firuzabadi elogió la prudencia del general de división iraní al negarse a abrir la misiva y enfatizó que Irán considera esta carta nuevo “engaño” de Washington, que además “no es nada sin precedentes” durante la historia.
Agregó que el jefe de la Agencia Central estadounidense de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, se encuentra entre las personas que imaginan que Soleimani es un mero elemento militar, pero no saben que él es un “estratega” que está muy bien consciente de los asuntos diplomáticos y de lo que está pasando entre bastidores.
Esto supone una confesión del poderío de Irán en la región (…) La carta del director de la CIA al general Soleimani además demuestra la inseguridad de los estadounidenses en el suroeste de Asia”, indicó el vicepresidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Kamal Dehqani Firuzabadi.
El alto funcionario persa cuestionó, asimismo, la intensión de Estados Unidos de enviar la carta justo cuando se había iniciado la cuenta atrás para el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria, mientras ellos mismos, recordó, son responsables de la creación de esa banda ultraviolenta.
Firuzabadi destacó que con la erradicación de Daesh en Irak y Siria, a Washington le preocupa cómo justificar su presencia en la región del suroeste de Asia, “así que escribieron la carta porque están preocupados por la seguridad de sus fuerzas en la región”, recalcó.
El general de división Soleimani desempeñó “un papel fundamental” en las operaciones ante los extremistas takfiríes en Siria, y lo confirman las imágenes grabadas por afiliados al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
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