En una entrevista concedida a la agencia rusa de noticias Sputnik, publicada este domingo, el diplomático iraní ha evaluado el alto el fuego establecido en Siria como una iniciativa para recurrir a las soluciones políticas y evitar las opciones militares.
“Nosotros elogiamos el papel y los intentos de Rusia para poner en práctica la tregua acordada en el territorio sirio”, ha señalado, para luego recordar las afirmaciones del representante especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, en cuanto a las ayudas de Teherán en el proceso de las conversaciones de paz.
Nosotros elogiamos el papel y los intentos de Rusia para poner en práctica la tregua acordada en el territorio sirio”, ha señalado Morteza Sarmadi, ministro adjunto de Asuntos Exteriores de Irán.
Asimismo, Sarmadi ha calificado la tregua de una buena oportunidad para distribuir ayuda humanitaria a los damnificados por el conflicto, pero ha advertido también de la posible violación del cese el fuego por los grupos armados que operan en el país árabe.
“El Ejército sirio y sus aliados han probado el cumplimiento de la tregua que, no obstante, puede ser frustrada por las bandas armadas relacionadas con países que actúan como les da la gana”, ha sostenido el diplomático persa.
En este contexto, el Ministerio ruso de Defensa ha denunciado esta jornada ataques lanzados desde el territorio turco contra la ciudad norteña siria de Tal Abyad.
A primeras horas del sábado entró en vigor un alto el fuego en Siria anunciado por EE.UU. y Rusia, del que están excluidos los grupos considerados terroristas por la ONU, entre ellos el EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra, rama local de Al-Qaeda.
El presidente sirio, Bashar al-Asad, ha asegurado a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que respetará la tregua para impedir más derramamiento de sangre de los sirios, y para restaurar la estabilidad y la seguridad en el país árabe, al tiempo que ha aseverado que seguirá combatiendo al grupo terrorista EIIL.
El conflicto sirio ha dejado ya, desde su inicio en marzo de 2011, más de 270.000 muertos, en su mayoría civiles, de acuerdo con las últimas cifras divulgadas por el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
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