Solo en la capital Lima, Sedapal ha identificado 15 distritos y unas 65 mil familias como estas de nuevo Pachacútec que no tienen ni tendrán agua potable en el corto plazo por mecanismos regulares. Esto no solo es un problema de salud pública, sino que impide a los pobladores acceder a sus servicios básicos.
Esta realidad obliga a los pobladores a comprar agua a camiones cisterna que muchas veces la venden contaminada. Pero no solo los más pobres carecen de agua en buen estado. La Defensoría del Pueblo alerta que las demoras en el Ministerio de Salud han impedido a los peruanos el derecho a conocer la calidad del agua que consumen.
Fuera de Lima, la falta de control ambiental a empresas mineras y petroleros permite que muchos pobladores que se abastecen directamente de los ríos, accedan a agua contaminada con metales y plomo. Si bien el Plan Nacional de Saneamiento informa que el 71 % de las personas en áreas rurales accede al agua potable, solo el 2,2 % de este recurso puede considerarse seguro.
Rudy Jordán, Lima.
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